Cuando estamos a la orilla del mar y metemos el pie… es difícil tener
idea de lo vasto y profundo que es todo el mar y todo lo que hay adentro. Es lo
mismo cuando recibimos Reiki: es imposible imaginarnos, ni el terapeuta, ni el
paciente, el vasto universo que podemos encontrar adentro de nosotros.
En esperanza que este año puedan encontrar muchas novedades
dentro de su ser; somos un Universo lleno de dicha y de dones por explorar –
aparte de que dentro de nuestro cuerpo están todas las experiencias y emociones
que hayamos pasado alguna vez en la vida y al imponer las manos con Reiki… esas
emociones pueden surgir a la superficie y salir y así queda el camino limpio
para poder expresar nuestra misión usando nuestros dones a su máxima capacidad,
sin miedo.
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